Porque escribir está al alcance de todos...
Dark Lord
Mi princesa está en otro castillo (14/02/2014)
Puedo recordar perfectamente el dÃa que comenzó todo. HabÃa llegado a mi castillo el PrÃncipe Azul. No podÃa creerlo. El mismo que tantas veces habÃa frustrado mis planes, estaba frente a mà ofreciéndome el corazón de la misma princesa que tantas veces habÃa librado de mis manos.
Pero mis ojos no me engañaban. Ese corazón que me permitirÃa, una vez más, burlar a la muerte, me era entregado en bandeja de plata por aquel a quien yo consideraba mi más mortal enemigo. Pero la mayor sorpresa me la llevé cuando pidió su recompensa: querÃa ser mi paladÃn.
Durante el breve tiempo que pasó a mis órdenes, jamás tuve queja de él. Jamás hubo un servidor más leal y eficaz. Todo fue bien hasta aquella fatÃdica noche en que le abrà la puerta de mi alcoba. Puede que, en el fondo, fuese todo culpa mÃa. No debió entenderme bien cuando le ordené que me la clavase bien hasta el fondo. Pensé que cualquier hombre entenderÃa perfectamente esa sencilla petición. Pero no.
En fin, de nada sirve lamentarme ahora. Siempre habÃa tratado de dar esquinazo a la muerte, pero al final se habÃa buscado las mañas para ganarme la partida y reÃrse en mi cara.
En mi corto camino al inframundo, aun me queda tiempo suficiente para preguntarme si era un prÃncipe azul, un caballero negro o ninguna de las dos cosas. Y reflexionar en sus últimas palabras:
-Lo siento querida, pero mi princesa está en otro castillo.